Un joven alto y delgado decidió cambiar su apariencia y fuerza. Pensó que lo que necesitaba para incrementar la fuerza de sus músculos y darle una figura torneada era desarrollar un programa de entrenamiento bien estructurado, con todas las rutinas para trabajar cada parte de su cuerpo y cronogramado óptimamente.
Una buena parte de su tiempo se la pasó esbozando el plan de rutinas, ejercicios, repeticiones por ejercicio, minutos por ejercicio, horas diarias de entrenamiento y días de la semana para la ejercitación.
Una vez que consiguió construir su programa de entrenamiento, lo puso en práctica pero, corrían los días y meses más no veía los resultados que esperaba. Pensaba que quizás no había incluido ejercicios para algunas zonas específicas de su cuerpo y por eso los agregó a sus rutinas ya complejas. Después de 2 años de haber intentado su objetivo, pensó por primera vez en que quizás todo el programa, que elaboró y engordó con más y más ejercicios, era realmente la raíz del problema.
Así que decidió romper los papeles y echarlos al tacho, iba a empezar de nuevo. Y no encontró mejor y más fácil forma que simplificar todo, empezar con lo fundamental, sólo lo esencial, ya en el futuro pensaría en agregar más cosas. Incluyo solo 3 ejercicios básicos para cada zona grande de su cuerpo: brazos, pecho, espalda y piernas. Dos zonas en un día de forma interdiaria.
Cuanta fue su sorpresa que al cabo de sólo 5 meses ya había logrado avances que con su anterior programa los había alcanzado en casi un año. Olvidó la idea de complicar su programa de entrenamiento y decidió quedarse con aquello que había estado ausente: la simplicidad.
En la web
En los inicios en los que un joven diseñador y desarrollador de sitios web empezaba a trabajar elaborando proyectos de sitio web, necesitaba partir de algo para construir sus primeros sitios web. Se dejó llevar por una recomendación que leyó en un artículo sobre que debemos visitar algunas web y blogs para ver lo que estos sitios incluían y cómo se veían. Se centró en esta recomendación y se concentró en replicar lo que muchos ponían en práctica.
Empezó a agregar vistosos y sofisticados menús, sliders animados con elementos multimedia, mensajes emergentes para suscribirse, anuncios publicitarios, enlaces a herramientas de medios sociales, comentarios incrustados de cada red social, barras laterales deslizables, otros widgets diversos y cosas que, según él tenían una razón de ser, porque, si otros sitios web los habían incluido, por qué no estaría bien hacerlo.
Dejó que funcionen sus primeros sitios web algunos meses y obtuvo una respuesta que, a pesar de ser las primeras veces que diseñaba y desarrollaba, no cumplía con las expectativas que tenía de los resultados esperados. Pensó que quizás había que añadir algunos plugins para cubrir algunas necesidades que tal vez había omitido a pesar que sus sitios ya estaban cargados de complementos.
Entonces decidió realizar un reajuste radical a sus sitios web, retirando cada elemento que no sea básico, esencial, muy necesario. Quitó los anuncios, las barras laterales deslizables, comentarios incrustados, menús complejos, sliders multimedia y cualquier otro elemento no esencial.
Su decisión rindió frutos. A los pocos meses la afluencia de visitantes se incrementó y cada vez más gente comentaba, compartía y se suscribía. La gente estaba menos distraída y se la pasaban más tiempo revisando el contenido. Cuanta más simplicidad agregó a sus sitos, mejores resultados obtuvo.
No distraigas, concentra la atención
Ya sea desarrollando físicamente tu cuerpo o elaborando un sitio web, la simplicidad puede ser un factor clave en tu accionar para conducirte hacia el éxito.
Y date cuenta que no fue una cuestión de adquirir más habilidades o que te vuelvas más capacitado en tus tareas, es el hecho simplemente, valga la redundancia, de dejar a un costado las cosas que no eran las suficientes y necesarias, las que no eran esenciales.
Debemos aprender a simplificar y tomas la decisión de desechar aquello que no sea básico. Esto puede ayudarnos no sólo en el ámbito del desarrollo web sino de la vida misma. Simplificar un sistema te ayudará a invertir mejor tu tiempo en resolver cuestiones problemáticas de dicho sistema porque tendrás menos cosas extras rodeando a los problemas.
Finalmente, en nuestro ámbito, si simplificas evitas la pérdida de atención del visitante y lo concentras en aquello que es la “carnecita” del producto o servicio que le das.
¿Cuántos widgets o componentes son imprescindibles para ti?
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